5 Razones para viajar a las Azores en invierno




La primera pregunta que nos hicimos Fran y yo cuando encontramos un “ofertón” para viajar a Terceira en enero, una de las Islas del archipiélago de las Azores, fue si era buena época para viajar a un lugar así...y la respuesta es sí, sí y sí. Y las razones de por qué nos decidimos a viajar en esa época del año os las doy a continuación.

EL PRECIO

Esta es la primera y fundamental razón que nos hizo decidirnos a viajar a las Azores, encontramos en la web Viajeros Piratas una oferta para viajar a Terceira en enero por 99€ por persona (vuelo y alojamiento durante 7 noches incluido). Sí, habéis leído bien, vuelo y alojamiento en las Azores por menos de 100€ y claro! Cómo no íbamos a ir…!


Lo malo de estas ofertas es que son días concretos y en fechas de temporada baja, lo bueno, es que si disponéis de esos días viajaréis por muy poco dinero.

De hecho, la misma oferta volvió a salir en marzo, mayo y junio (aunque en esta última fecha costaba unos 300 €).


Comer en la isla también es muy barato, puedes almorzar o cenar como un rey por 15€ por persona.

El alquiler del coche también fue bastante barato, nos cobraron 112€ por 5 días.

LOS PAISAJES

No os puedo decir cómo de bonito es Terceira en pleno verano, lo que si os puedo asegurar es que en invierno es precioso, me enamoré de la isla, sobre todo de los colores; si me preguntan qué es lo que más recuerdo del viaje siempre responderé una cosa: el color verde.


Todo era verde, fresco, frondoso, mucho más de lo que me imaginaba. Me encanta la naturaleza y Terceira es naturaleza en estado puro.

Viajamos a finales de enero y nos hizo una temperatura entre 13 y 26 grados, de hecho algún día hizo tanto calor que nos entraron ganas de bañarnos en el mar (aunque al final no fuimos valientes); sólo llovió un día y el resto hizo una temperatura muy agradable, con jersey fino de día y abrigo por la noche. Y este tiempo fue lo que convirtió en muy especial una de las rutas que hicimos en la isla ya que conocimos las Azores en estado puro, todo naturaleza, todo verde.


Quizá lo peor del tiempo fue que no pudimos salir en barco a avistar cetáceos, cosa que me hacía especial ilusión ya que las Azores es uno de los mejores lugares para ver ballenas y delfines; aunque os digo que no es lo normal, suelen salir durante todo el año y, como nos dijeron, había sido una de las pocas veces en las que en toda la semana no se pudo salir. Así que ya tengo una excusa perfecta para volver a Terceira!


LA TRANQUILIDAD

Supongo que otra de las ventajas de viajar en esta época es que hay muy pocos turistas, de hecho, me atrevería a decir que los únicos éramos los que viajamos en ese vuelo, ya que según íbamos recorriendo la isla nos cruzábamos siempre con las mismas personas.


Nos llamó la atención la poca gente que había por las calles de Angra do Heroísmo (capital de la Isla) no solo en lo referente a los turistas sino a sus habitantes, ya que, a pesar de haber comercios y cafeterías, etc. no se veía mucha gente por la calle paseando.


Otra cosa que nos llamó la atención era que al atardecer no se veía luz en las ventanas de las casas, es decir, como si no hubiera gente o se hubieran ido a dormir a las 5 de la tarde; así que con este tema estábamos bastante intrigados! (imaginamos que será una isla para pasar las vacaciones, como cuando en verano decimos, me voy al pueblo! pues así).


Íbamos a las playas y estábamos solos, en las rutas de montaña que hicimos no nos cruzamos con casi nadie, en una de ellas con nadie de verdad…y esa fue ptra de las cosas que nos encantó del viaje, que disfrutamos de Terceira con calma y casi en soledad (que a veces se agradece).

LA COMIDA

Creo que, después de en nuestro país (y se le acerca bastante), es el mejor lugar en el que he comido y Fran opina igual que yo. Además de la calidad, nos sorprendió el precio y la cantidad de comida que servían en todos los restaurantes.


Puede parecer, antes de llegar allí y por tratarse de una pequeña isla, que la comida típica va ser únicamente el pescado, pero no, lo más típico quizá es la carne de vaca, hay vacas por todas partes, de hecho, hay más vacas que habitantes.

El plato típico es la Alcatra, un guiso, generalmente de carne, cocinado y servido en cazuela de barro y que se suele acompañar con massa sovada (un pan dulce).

Alcatra

Además de la Alcatra, la cual comimos en cada restaurante al que fuimos (se nota que era nuestro plato favorito), también son típicas las sopas del día, generalmente de verduras, y que están deliciosas.

También destaca el queso ya que son productores de queso, sobre todo el de cabra, buenísimo. Y los postres, es típica la Tarta de Amelia, la tomamos un par de veces, pero llegábamos tan llenos al postre que la mayoría de los días no lo pedíamos.

DE SUR A NORTE EN 20 MINUTOS

Vale que soy de Madrid y que a los madrileños todo nos parece que está “muy cerca”, pero es que en Terceira es de verdad. Con sus alrededor de 29 km de largo y 18 de ancho podéis recorrerla, de sur a norte, atravesando la isla, en más o menos 20 minutos y si queréis bordearla, para llegar a la parte norte recorriendo la costa, tardaréis una hora y cuarto; como veis no es cosa de madrileños, es que está muy cerca de verdad.

Os dejo AQUÍ un plano de la isla, que fue el que usamos nosotros cuando estuvimos allí.


Las carreteras están muy bien y no hay muchos coches; hay una carretera principal que atraviesa la isla desde Angra do Heroísmo (sur de la isla) hasta Biscoitos (norte de la isla); esa y la que bordea la isla por el oeste fueron las que más cogimos.

Otra ventaja de que todo esté tan cerca es que no hay que llenar el depósito prácticamente nada; nosotros alquilamos un coche 5 de los 7 días y gastamos un depósito y medio más o menos.


Pues bien, estas son las principales razones por las que pienso que tenéis que visitar la isla y son las mismas razones que algún día, no muy lejano, me harán volver allí.

¿Se te ocurre alguna razón más? Cuéntamelo en los comentarios!

¡Buen viaje! portugal europa azores açores


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